Hay algo especial en sentarse frente al computador y dejar que los recuerdos se deslicen por los dedos hasta convertirse en palabras. Hoy decidí hacerlo. Hoy, por fin, me atrevo a comenzar algo que había postergado por miedo, por pena, por procrastinación… pero que siempre ha estado ahí: el deseo de contar mis historias de viaje.
Escribir me está resultando terapéutico. Es como si reviviera cada paso, cada sonrisa, cada descubrimiento. Hoy quiero dejar plasmado aquí no solo lo que he vivido, sino lo que sueño vivir. Mi gran sueño es recorrer el mundo, vivir viajando, saboreando la vida en cada rincón, con la tranquilidad de saber que cuando llegue mi momento final, podré decir: valió la pena.
Hoy soy un empleado feliz, agradecido con Dios por lo que hago y por las personas con las que trabajo. Pero sería aún más feliz si pudiera dedicar mi tiempo por completo a explorar el mundo. Tengo muchas historias por contar —quizás más de las que imagino— pero mi reto ahora es empezar con las primeras 100. Después veremos si la vida me da unas cuantas más.
He tenido una vida bendecida. Como todos, con altibajos, pero reconozco que los "altos" han sido mucho más frecuentes. De hecho, justo ahora estoy atravesando una situación familiar que, aunque difícil, sé que se convertirá en una de las historias más emocionantes que relataré. Como asesor financiero, suelo comenzar mis conversaciones preguntando a las personas por sus sueños. Les digo que ese debe ser su norte, la dirección hacia donde deben apuntar para que el camino se haga más claro. Pero mientras les hablo de eso, una voz interna me pregunta: ¿estás haciendo tú todo lo necesario para cumplir el tuyo? Y la respuesta, aunque me incomoda, es no. Pienso más de lo que actúo. Planifico más de lo que ejecuto.
En tres meses viajaré por primera vez a Europa. Llevaré la maleta lista para llenarla de historias, de memorias, de aprendizajes. Esta será la experiencia más cercana que he tenido a luchar por mi sueño. Y me emociona. Pero también reconozco que me falta un poco más de valentía.
Aún no me atrevo a renunciar a mi trabajo, aunque ya me estoy preparando financieramente para dar ese paso. Sin embargo, ese pensamiento constante de “me falta un poco más” me asusta… porque temo que ese “poco más” se convierta en una excusa interminable, y se me pase la vida sin vivirla como realmente quiero.
Por eso este blog es importante. Porque al escribirlo, me estoy comprometiendo. Me estoy siendo sincero. Estoy dando un primer paso.
Disfruto de las buenas compañías, de una conversación honesta, de reírme con ganas y —¿por qué no?— de probar una buena cerveza en cada destino nuevo que visito.
Ahora mismo, mientras escribo esto a las 6 de la mañana, estoy contemplando una vista hermosa que me recuerda por qué vale la pena vivir. Esta es la primera historia de muchas. Hoy, oficialmente, comienza esta nueva aventura.
Bienvenidos. 🌍✈️🍻 ☀
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Leerte es inspirador, ¡Te admiro mucho!… Sin duda todas tus historias abrazarán nuestros sueños… Qué bonito compartir el viaje más significativo “la vida” con un ser tan extraordinario!! Que sea el primero de muchos ♥️✨
ResponderBorrarGracias por apoyarme en todas mis locuras!
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